Una terapia es un método de curación. La terapia es una relación entre cliente y terapeuta que tiene como objetivo la modificación de la conducta o de la personalidad. La terapia psicológica se llama psicoterapia.
Se trata de una relación profesional, pero a veces se establecen relaciones emocionales o personales.
El proceso terapéutico consta básicamente de tres fases:
a) exploración de la situación.
b) comprensión.
c) actuación para conseguir los objetivos.
Existen diversas terapias:
- psicodinámicas
- humanísticas
- conductuales
- cognitivas
- sistématicas
La terapia psicodinámica más importante es la terapia psicoanalítica. La primera terapia era la hipnosis en la que el analista podía conocer el conflicto que originaba el conflicto psicológico.
El método catártico consiste en hacer revivir al cliente una situación emocional conflictiva reprimidas.
La hipnosis no era un buen método para llegar a conocer los traumas, por lo que Freud la sustituyó por el método de las asociaciones libres que funcionaban del siguiente modo: el cliente iba diciendo todo lo que le pasaba por la cabeza. La repetición de algunas palabras, van dando pistas al psicoanalista sobre los conflictos del cliente.
El psicoanálisis dispone de otro método para conocer el inconsciente del cliente: el análisis y la interpretación de los sueños. El método psicoanalítico es lento y exige un tratamiento largo.
Las terapias humanísticas: la terapia de la psicología humanista y la terapia de la Gestalt.
Terapia humanista: Es conocida como "terapia centrada en el cliente" y es un modelo de terapia no directiva. Rogers fue el primer psicólogo que utilizó la palabra cliente para referirse a los pacientes, de este modo el trato entre la persona que necesita ayuda y el terapeuta resultaba más igualitario.
Terapia de la Gestalt: Comparte con el humanismo el concepto de que el terapeuta sólo acompaña al cliente. La terapia se basa en las siguientes normas: el principio del aquí y el ahora, el principio del yo y tú, el principio del continuo de la conciencia y convertir preguntas en afirmaciones.
Las terapias conductuales.
Según el conductismo, las conductas tanto las consideradas "normales" como las inadaptadas son fruto del aprendizaje y no dependen de factores hereditarios. Esta terapia tiene como objetivo que el cliente aprenda nuevas conductas y se enseña al cliente a modificarlas.
Las terapias cognitivas.
Se utilizan mucho en los trastornos de la conducta. La tesis de esta terapia es que las conductas no se deben únicamente a elementos ambientales, sino que dependen de las cogniciones. Las cogniciones son ideas, creencias, imágenes, pensamientos, modelos de comprensión de la realidad. El cambio de los pensamientos puede cambiar la conducta.
Las terapias sistématicas.
Hace hincapié en las relaciones interpersonales y en la influencia del sistema de relaciones. La características fundamental de la terapia sistématica es que no se trata a una persona de modo individual, como en el resto de las terapias, sino que la intervención terapéutica se da sobre un grupo de personas.
La ayuda farmacológica en la terapia.
Para tratar los trastornos psicológicos se utilizan terapias con fármacos que tienen como objetivo modificar el funcionamiento del cerebro. Aunque el método más habitual se basa en el empleo de fármacos también puede seguirse el método llamado tratamiento de choque.
Los psicofármacos tienen efectos muy potentes en el funcionamiento cerebral y en la conducta. Básicamente hay tres tipos de psicofármacos:
- antipsicóticos: se aplican en trastornos mentales graves
- ansiolíticos: se aplican para combatir la angustia y la ansiedad
- antidepresivos: se aplican para reanimar a las personas depresivas
Los psicofármacos influyen en los neurotransmisores y en otros procesos químicos del funcionamiento del sistema nervioso. Deben consumirse bajo estricto control médico, ya que pueden producir efectos secundarios negativos. También pueden producir adicción física y psicológica si se hace un uso prolongado o sin respetar las dosis fijadas por el terapeuta.